Bruno Mars: Definitivamente fueron 24 kilates de pura Magia

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Por Patricia Escobar

Quisiera comenzar diciendo que hace años que no veía un Estadio Nacional repleto, hace años no sentía esa adrenalina de la euforia de una masa real de fanáticas y fanáticos de diversas edades como fue esta noche.

El show partió con DNCE que logró desde todas sus perspectivas su cometido, mantener al publico arriba, disfrutando de una excelente puesta en escena que incluyó algunos covers entre ellos Spice Girls y Britney Spears y su éxito «Cake by the ocean», que la fanaticada agradeció, coreó y bailó.

 

Luego de 40 min de presentación, la banda de Joe Jonas dejó el escenario, dejando marcado en nuestras mentes la imagen del bajista, Cole Whittle, quien apareció con una vestimenta bastante particular, -delantales con motivos chilenos-, prguntar si estabamos “bacán” y una manera de tocar fuera de lo común.

Cuando ya eran las 21:25 de la noche,justo en el instante en que el publico se comenzaba a inquietar, finalmente Bruno Mars hizo su aparición en el escenario, ante 68 mil asistentes que se unieron en un solo grito al ver al hawaiano.

Bruno canto cada uno de sus grandes éxitos dando preferencia claramente, a su último disco 24K Magic, del cual se desprenden canciones como 24K Magic, That’s What I Like y Versace on the floor. También el cantante se dio el lujo de cantar algunas frases en español y dirigirse a sus “pololas” en la canción Calling All My Lovelies y en That’s what i like.

Entre otras canciones pudimos disfrutar Finesse, Treasure, Marry You, con un estilo del tipo SKA, Just The Way You Are, When I Was Your Man, donde el cantante se emocionó hasta las lágrimas, Chunky, para terminar con Uptown Funk. Claramente hubo canciones que quedaron en el tintero, pero todas las canciones que estuvieron bastaron para que todos gritaran y bailaran al ritmo de Bruno.

Así fue como Mars con sus movimientos de otro planeta, su excelente compañía musical que nos hizo rememorar los mejores años de Motown y sobre todo que quedó más que demostrado que Bruno Mars es la viva representación de lo que es un verdadero cantante, llegando a notas y niveles vocales perfectos.

En definitiva, el espectáculo dejó a todos quienes asistieron con esa sensación de que todo sacrificio valió la pena con tal de haber estado ahí y vivir esa esa experiencia de 24 kilates de pura magia.

Agradecimientos a especiales a  DG medios y al fotógrafo Florent Dechard