Según información de El Mercurio, la cadena de supermercados Alvi (ex D&S, actual Walmart Chile) se interesó por la caluga en 2006 y ofreció al empresario la marca “Dulces Monroy” mediante su venta a SMU. Sin embargo, el negocio se fue en picada, obligándolo a declararse en quiebra.
A principios de 2019, con deudas por casi $430 millones, comenzó el proceso “liquidación forzosa” en el 1° Juzgado Civil de San Miguel, a cargo de la abogada María Loreto Ried, proceso que ya liquidó la fábrica ubicada en La Granja, un terreno en el Fundo Las Rosas de Chiñigue en Melipilla, el mobiliario de sus oficinas en Ciudad Empresarial y una bodega en Quilicura.
Junto con el fin de calugón pelayo, 34 personas fueron despedidas, aunque se logró pagar sus sueldos, según consigna el matutino nacional. En tanto, confites “Pelayo” sigue siendo parte del portafolio de marcas propias de SMU, de Álvaro Saieh.
Fuente: www.eldinamo.cl