“Me hice el tatuaje y a la semana quise inscribirme para ingresar en la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Si bien en los requisitos de la web no aparece, me comentaron que no podía trabajar con tatuajes visibles. Esto ocurrió en agosto de 2017. En ese momento tenía 19 años”, asumió.
Un amigo se tatuó y como no le gusto el tatuaje se lo saco con un rayador de queso. Si un rayador de queso pic.twitter.com/1tHObPVvaq
— Matías (@_Matycosta) October 1, 2019
“El otro motivo sí tuvo que ver con lo estético. Soy muy detallista y no me había gustado cómo quedó el tatuaje. Entonces busqué en YouTube maneras de borrarlo. Primero probé con una piedra pómez, pero no obtuve resultados. Entonces continué con el rallador. Me dolió y sangró muchísimo. Tenía que vendármelo constantemente y colocarle desinfectante y antiséptico. A la semana fui a un hospital y me dieron la vacuna antitetánica”, agregó.
Cabe señalar que el pasado 1 de octubre Matías Costa publicó otra foto de su amigo, que muestra cómo luce su brazo en la actualidad. Al parecer, el tratamiento fue efectivo con el paso del tiempo, pero no lo recomienda ya que fue muy doloroso y peligroso