La cantante estadounidense Pink, que en 20 años de carrera tiene 50 millones de discos vendidos, y Anitta, la reina brasileña del pop, arrasaron con sus presentaciones este sábado en la jornada más popera de la nueva edición del Rock in Río en la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
Las dos figuras del pop, la estadounidense a sus 40 años y la brasileña a sus 26, compartieron seguidores y ofrecieron conciertos ricos en coreografías -ambas son bailarinas-, sensualidad, efectos especiales y elementos escenográficos para los 100.000 espectadores que agotaron las entradas para la jornada de hoy en Rock in Río.
Y entre ambas, la banda estadounidense de hip hop Black Eyed Peas, con sus éxitos más antiguos y con algunos invitados especiales, entre los cuales la propia Anitta y el grupo colombiano Piso 21, puso a bailar a ritmo frenético a todo el público y en gran parte del tiempo consiguió mucha más animación que ambas divas.
Pink, en la primera presentación en Brasil de esta artista que también es bailarina, acróbata y actriz, cumplió las expectativas y ofreció un show con acrobacias tanto vocales como corporales, ya que comenzó el concierto cantando colgada en una enorme lámpara y lo terminó con un vuelo sobre el escenario.
La estadounidense trajo a Río su gira «Beautiful Trauma», la más exitosa de su carrera y que tiene como base el álbum homónimo que la ha hecho merecedora de disco de platino en nueve países, aunque también incluyó en el repertorio canciones más antiguas y más conocidas en Brasil.
El concierto comenzó con «Get the party started», «Beautiful Trauma», «Pill» y «Who knew», y terminó con «So What», en la que Pink dejó explícito su estilo rebelde de comienzo de carrera.
La cantante estadounidense Gabi Wilson (H.E.R.), de 22 años y que conquistó este año dos Grammys, tuvo la difícil misión de cantar ante un público que se dispersó tras el concierto de Anitta y que buscó otras atracciones a la espera de Pink.
Pese a las circunstancias, la cantante, debutante en Brasil, mostró su repertorio de jazz, soul y rhytm & blues y sus habilidades con guitarra, bajo y teclado en un concierto de música suave.
H.E.R., que dice ser admiradora de la música brasileña, comenzó su concierto con «Carried away» y logró la máxima atención del público cuando interpretó en inglés su versión de «Mas que nada», una canción del brasileño Jorge Ben Jor.
Black Eyed Peas, que consiguió que el área frente al escenario central volviera a quedar totalmente llena, cantó los éxitos de su época de hip hop y no incluyó en el repertorio ninguna de las canciones de su último álbum, «Masters of the sun» (2018).
El espectáculo comenzó con Will.i.am cantando «Let’s get it started» lanzándose desde la tirolesa que pasa al frente del palco y prosiguió con «Imma be», lo que garantizó que todo el público coreara y bailara junto al grupo.
El público vibró igualmente cuando el rapero de origen mexicano Taboo, hablando en español, defendió la causa indígena.
Entre los invitados del grupo estaban los colombianos de Piso 21, con los que Black Eyed Peas cantaron la canción Mami, y la propia Anitta, con la que interpretaron «eXplosion», una asociación que compusieron especialmente para el Rock in Río.
La banda estadounidense, con varios conciertos en Brasil pero por primera vez en el país sin la cantante Fergie, dedicó «Where is the love?», su mayor éxito, a la Amazonía.
Otro que consiguió atraer un numeroso público pese a cantar en un escenario secundario del Rock in Río fue el estadounidense Charlie Puth, que debutó en Brasil y mostró que cuenta con muchos admiradores en el país.
La actual edición del Rock in Río en su ciudad natal comenzó el pasado final de semana con tres jornadas en que se presentaron grupos como Bon Jovi, Drake, Weezer y Goo Goo Dolls, y culmina este domingo, tras otras cuatro jornadas, con los conciertos de la banda estadounidense Imagine Dragons y del trío inglés Muse.
Fuente: www.eldiario.es