El tiempo se detuvo para Mariana Sepúlveda León (19 años) la mañana del 29 de agosto del 2008 en el pasaje Logroño, en Conchalí, la última vez que fue vista con vida, tras salir de su hogar. Han pasado 12 años desde ese momento y nada se sabe de ella.
El año 2010 hubo un intento de la policía de buscar a la joven en una vivienda ubicada a cinco casas de su domicilio. Cecilia Molina, la cuidadora de la propiedad, recuerda que lo que debió ser una importante diligencia apenas duró unos 20 minutos.
“Yo estaba ahí cuando fueron con perros, pero no encontraron nada. Los pasearon por toda la casa, el patio y no me dijeron nada, pero se fueron”, comentó Molina, quien volvió al inmueble luego de que los actuales inquilinos abandonaran el recinto para dirigirse a un hotel, ya que se deben realizar nuevos peritajes.
A más de una década de la desaparición, Cecilia recuerda que Alejandro Eduardo Araya Díaz “estuvo como un mes viviendo ahí (en la casa) y se fue”. El hombre al que se refiere tenía 61 años en ese momento, era conocido como un buen constructor y hoy cumple condena en Santiago 1 por violación. Por eso las diligencias se abocarán a romper el piso tanto en el interior, como en el patio exterior de la casa donde vivió el hombre que ahora es sospechoso en la desaparición de la joven.
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Entre los antecedentes que hoy lo convierten en el principal sospechoso está la condena de 18 años de cárcel por delitos sexuales contra su nieta de ocho años, ocurridos hace una década. Su propia familia que lo denunció aún recuerda el día que “El Tata”, como le decían a Alejandro Araya, insultó con fuertes epítetos la figura de Mariana Sepúlveda y rompió su fotografía cuando sus nietas rezaban por su hallazgo.
Hace un tiempo la familia de Mariana recibió un golpe de la Fiscalía: nunca sería encontrada. Pero la mediatización del caso parece haber reactivado el trabajo del ente persecutor.
El fiscal Marcelo Cabrera solicitó tomar declaración al reo Alejandro Araya con la convicción de que si aparecen antecedentes que puedan hacer cambiar su calidad de testigo se debe efectuar la lectura de derechos como imputado. Ni la madre de Mariana ni la Fiscalía accedieron a una entrevista por tratarse de una investigación secreta.
Fuente: www.chvnoticias.cl