A casi dos meses de que Hernán “Nano” Calderón Argandoña fuera denunciado por un ataque a su padre, Hernán Calderón Salinas, este martes se hizo pública la declaración judicial del imputado que se encuentra en prisión preventiva y que difiere en varios puntos con los antecedentes manejados hasta el momento.
El hijo de 23 años de Raquel Argandoña aseguró que “quiero aclarar que en esta pelea yo insulté a mi papá, le dije que era un conch…, que cómo pudo hacerme esto. Pero jamás lo amenacé de muerte”.
Si bien inicialmente Calderón Salinas presentó una querella contra su hijo, el 15 de septiembre cambió su testimonio y rectificó que él no llegó hasta el departamento con intención de matarlo como sí había dicho en primer lugar
Todo habría comenzado cuando Rebeca Naranjo, su pareja, “me menciona que mi padre la estaba acosando un tiempo y me muestra unos mensajes, en donde salía una pregunta que mi padre le hacía a ella, preguntando si le excitaba acostarse con alguien menor a ella”.
Tras esto, él llama a Naranjo y la pone en altavoz. “Una vez que ella confirma, yo corto el teléfono. Le lanzo un golpe a mi padre, un golpe con mi mano derecha, un golpe de puño hacia su cabeza”, describió.
En tanto, sobre el 11 de agosto, Nano Calderón relató que regresó al departamento nuevamente exigir explicaciones. Ante esto, la actual pareja de su padre, Patricia, “al ver los mensajes tuvo una mini discusión con mi padre, le dice que esto lo veía venir y lo increpa dándole unos golpes como empujones en el pecho”.
“En un momento mi padre se tambalea detrás y Patricia intenta agarrarlo y caen los dos encima de un velador que había en el living. Después de eso se paran rápidamente y mi padre se abalanza sobre mí y continuamos la pelea a la entrada del departamento”, expresó.
Tras esto, Calderón Argandoña saca un cuchillo, hiere en las manos a su padre y se retira del lugar en un ascensor.
“Mientras iba en el ascensor me fijé que tenía sangre en las manos, sin saber si era mía o de mi padre. Abro la cámara del celular y la pongo contra el espejo, apunto hacia mi hombro y tomo la foto para ver si tenía sangre sobre la espalda”, comentó.
Finalmente, el hermano de Kel Calderón aseguró que “no llamé a mi papá, sólo hablé con él estando ya recluido en la cárcel. Ahí lo llamé, desde un celular que me facilitó Gendarmería y le pedí disculpas”.
Fuente: www.chvnoticias.cl